LOS JUEGOS ESTÁN CAMBIANDO, ¿A DÓNDE NOS LLEVA?
Cuando vemos publicaciones del tipo de las de Yo fui a EGB, nos damos cuenta de cómo ha cambiado nuestra manera de entretenernos. La tecnología es una de las grandes responsables, ya que ha puesto a nuestra disposición diferentes herramientas, de un lado, para automatizar ciertos trabajos y dejarnos algo de tiempo libre, y de otro lado, para una experiencia de juego muy distinta.
De los juegos de mesa a la actualidad, el juego social ha pasado por muchas fases. Estos juegos son clásicos y siguen funcionando en ambientes familiares, tanto que incluso se han trasladado a los smartphones, set top box y consolas de salón. Pero, por otra parte, los videojuegos más realistas tienen un público muy fiel, y no sólo infantil o adolescente, sino que un alto porcentaje de adultos se evade al llegar a casa sumergiéndose en juegos que parecen verdaderas películas en las que uno mismo es el protagonista. Con la realidad aumentada y gafas como las de Google, la experiencia ha llegado a su punto álgido.
No obstante, eventos como la feria XpoBit celebrada hace algunos meses en Almería ponen de manifiesto que no sólo los juegos hiperrealistas enganchan: los títulos retro y las grandes sagas siguen teniendo mucho público. Esto es posible porque estos juegos han sabido adaptarse al momento presente. También existen juegos de casino que no se necesita gastar dinero para pasar un buen rato, desde las slots gratis, pasando por un poker para diversión pura y sin gastar hasta la ruleta online gratuita, sin olvidarnos obviamente del blackjack. Todos han cambiado mucho desde las primeras versiones que se instalaban en los PCs domésticos de los ochenta a lo que podemos descubrir hoy por hoy en internet. Y es que el modo multijugador se puede ejecutar de diferentes maneras. En este último caso, no sólo se tiene la interfaz de chat con otros jugadores, sino que en diferentes variantes interactuaremos con croupiers reales.
Esto lleva de la mano un cambio en los hábitos e incluso en decisiones tan importantes como la de a dónde dirigir nuestro futuro profesional. Por eso muchos padres apuntan a cursos de robótica y programación a sus hijos desde edades tempranas. Es un ocio que los niños pueden interiorizar fácilmente, ya que son nativos digitales, y para ellos entender este lenguaje es como aprender a leer. Pero al mismo tiempo, puede conducirles a profesiones de éxito el día de mañana.
La preocupación principal ante tanta evolución tecnológica en el juego es que cada vez salgamos menos de casa, que las actividades al aire libre sean consideradas como la segunda opción. ¿Cómo llegar a un público que ha terminado por asumir que el ocio empieza cuando se enciende una pantalla? Pokemon Go (¡levántate y sal afuera!) fue un experimento que demostró que sólo hay que exprimir un poco de materia gris para aunar uno y otro mundo. Los eventos y concentraciones de videojuegos, cada vez más recurrentes, suponen una oportunidad que, bien aprovechada, puede lograr más de lo que parece. Por lo pronto, romper la barrera virtual para socializar cara a cara en un espacio diferente a las cuatro paredes del salón o la habitación. Las herramientas tecnológicas pueden ser muy provechosas si dejamos de verlas como armas y empezamos a emplearlas para reconducir el ocio más allá del mundo del pixel. Y parece que comenzamos a darnos cuenta.
