En el segundo trimestre del año tuvo lugar un descenso de 400 mil empleos respecto al año anterior, con 1,4 millones de trabajadores ocupados frente a los cerca de 1,8 millones de 2019.
Más de 900.000 trabajadores de la hostelería se encontraban acogidos a un ERTE por fuerza mayor durante la pa de ía. A 31 de agosto todavía se encontraban en esta situación cerca de 300.000 personas.
Si no se consigue la extensión de los ERTE, la pérdida de empleo directo en el sector sería superior a los 700.000 trabajadores, que podría superar el millón de empleos sumando los indirectos.
La readmisión obligatoria de los trabajadores llevaría al cierre definitivo de muchos negocios que no podrían mantener sus negocios, lo que podría suponer una caída por encima de los 100.000 establecimientos en el conjunto del año.
El descenso de la facturación que se sitúa hasta ahora en torno al 50%, se acentuaría pudiendo llegar a una pérdida cercana a los 80.000 millones de euros.
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