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El Museo Metropolitano de Nueva York suspira por Los Vélez

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El castillo-fortaleza de Vélez Blanco es una de las construcciones con más historia y belleza de la provincia y uno de los máximos exponentes de su patrimonio artístico y cultural, y por eso es uno de los monumentos más conocidos y visitados de toda Almería. Imponente, majestuoso, renacentista, inconquistable… son algunas de las ideas que llevaron al marqués de Los Vélez a ordenar su construcción, allá por el año 1506, después de obtener el beneplácito de los Reyes Católicos. Las obras terminaron en 1515, y desde entonces, la comarca de Los Vélez en particular y la provincia almeriense en general presumen de este gran atractivo cultural, turístico y patrimonial de Almería.

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Esta hermosa construcción palaciega estaba en manos privadas hasta que la Junta de Andalucía lo adquirió (por unos tres millones de euros) en 2005. Desde entonces, este monumento es de titularidad pública. No obstante, el anterior propietario vendió el valioso contenido del patio interior del castillo, antes de ceder el inmueble al Gobierno andaluz, al Museo Metropolitan de Nueva York, donde aún permanece expuesto en una zona noble y donde recibe decenas de miles de visitas cada día. Como curiosidad, la Junta de Andalucía tiene previsto, a través de la Escuela del Mármol de Andalucía (Fines) reproducir dicho patio interior, que ya ha sido escaneado en Nueva York, en el patio original del castillo.

Desde el pasado día 1 de abril y hasta el próximo día 30 de septiembre, el horario de visitas oficial a este monumento es:

* De miércoles a domingo, de 10.00 a 14.00 horas.

* De 17.00 a 20.00 horas (cierra los lunes y los martes).

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Sobre el autor

No hay cantina de ningún puerto donde este pirata no haya fondeado. Gran experto en la navegación nocturna, tiene una visión prodigiosa para avistar garitos en los que poder echar unos buenos tragos de ron. Su instinto innato para la fiesta nos lleva a los lugares más insólitos. Disfruta tanto de la noche como del día y cuando los primeros rayos de sol entran por los camarotes, este pirata se pone sus mejores galas para pasear por museos, librerías, exposiciones y salas de arte.