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Senés vestida de blanco

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Si hay una excusa para realizar una escapada para desintoxicarnos de nuestras prisas, ciudadanas pueblos como Senés nos pueden ofrecer a los wikyamigos esa beneficiosa terapia antiestrés. Si lo hacemos en febrero, con la floración de los almendros, conseguimos además una imagen de esas que nos gusta colgar en las redes para dar envidia a nuestras amistades.

Senés Almería vistas montaña

Senés

Mirador
Las calles del pueblo se apelotonan una sobre otra y es necesario seguir las indicación para llegar al ayuntamiento y la plaza de la iglesia si no queremos acabar encima de un tejado o en un erial. Avisados los weeky viajeros, y aparcado el vehículo, nos encontraremos con la placita de la iglesia que actúa como un mirador privilegiado para ver cómo los almendros llenan de blanco sus bancales.

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Senés

Fuente y almendro
Bien, llenados nuestros ojos de esta impronta rural, podemos salir rodeando la iglesia a mano izquierda y bajaremos hacia el área de recreo de La Fuente, de moderna realización y donde un mural nos avisará de las aguas que abastecían a los antiguos lavaderos públicos y abrevaderos para los animales de tiro del pueblo. Además, se conserva aún el antiguo molino al lado de la fuente, que daba agua a las terrazas de sus primitivos habitantes y cerca, una pequeña vagoneta de hierro nos indica que la minería dejó su impronta en estas laderas. Si queremos perdernos entre los almendros, seguiremos por el camino que nacía del área de recreo y podremos ascender al lado de estos llameantes arboles con sus flores rosas y blancas. En el pueblo, al lado de la iglesia, un remozado miniparque infantil es lugar para si vamos con los más peques, terminen de desbravar su incontenible impulso a moverse.

edificio piedra Senés Almería

Senés

La alquería morisca
Desde allí podemos tomar el sendero que a pocos metros ofrece una desviación a mano derecha en un empinado camino hacia las ruinas de la vieja alcazaba, donde aún se mantiene la traza de lo que debió ser el primitivo emplazamiento de la alquería morisca de Senés. Desde allí, merece un descanso sobre las centenarias piedras y, flanqueado de almendros que aparecen como antorchas cuando echan la flor, uno puede entregarse a la sosegada estampa que ofrece el valle.

Senés-Almería-camino viaja Alcazaba

Senés

Parada y fonda
Un único bar dispone el pueblo, el Mirador, con una terracita donde probar sus tapas caseras, echando de nuevo un vistazo a la bienvenida de la primavera que los almendros traen a Senés.

Localización: Senés

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Sobre el autor

Es el oteador de este galeón pirata. Catalejo en mano, nada más llegar a puerto, se adentra en terreno desconocido para descubrirnos enclaves espectaculares cuya existencia es ignorada, incluso, por los propios lugareños. Tiene el don de retratar en forma de dibujos aquello que ven sus ojos y que otros ni imaginan. Ahora bien, le pierden las fiestas populares y si coinciden con alguna de sus expediciones, su regreso puede durar días.