Fue por casualidad. Ojeaba algunas notas de prensa de distinta procedencia cuando, sin quererlo ni beberlo, me topé con una del ayuntamiento de Almería que hablaba de un ‘Banco del Tiempo‘. El concepto me llamó la atención, así que me puse a leerla con dedicación… hasta que encontré otro término que me atraía aún más: ‘Banco de Libros‘.
En esta época convulsa en la que hablar de bancos es como mentar la soga en casa del ahorcado, toca dedicarle espacio y tiempo al banco de la cosa de la capital almeriense. Hace algo más de dos años que el ayuntamiento de Almería puso en marcha el ‘Banco del Tiempo’, original y atractiva iniciativa cultural y social conocida como “el primer banco que funciona sin dinero”. Aquí, tan solo puedes depositar tiempo, que podrás intercambiar con el de otros como tú a través de la prestación de servicios, intercambio de habilidades o conocimientos. No supone realizar una actividad continua, son intercambios puntuales, pero aportan tiempo, sabiduría, compañía, confianza… ¿Para qué sirve un ‘Banco del Tiempo’? Para cantidad de cosas, pero fundamentalmente para fomentar las relaciones sociales y romper el aislamiento y la soledad inherentes a la vida urbana. Pongamos un ejemplo práctico relacionado con la cultura: el Banco de Libros.
El objetivo primordial de este curioso banco es fomentar la lectura y contribuir a su difusión entre los asociados. Para ello, cuenta con una ‘biblioteca’ con cerca de un centenar de títulos, cantidad que aumenta cada día gracias a los nuevos participantes, que rondan los 300 (con el mismo número, Leónidas partió la pana en las Termópilas).
Para participar en el Banco de Libros, cada socio que lo desee debe aportar, al menos, un ejemplar cuyo título figurará junto al nombre del donante en el Boletín que periódicamente edita el Banco del Tiempo, de manera que cualquiera que lo consulte sabrá qué libro ofrece cada asociado. Si el libro está disponible, el demandante queda con la persona que lo presta y se produce el intercambio. El tiempo de préstamo es de dos meses como máximo. Cada libro deberá llevar en su primera página un papel o cartulina a modo de hoja de ruta, donde cada asociado identificará a quien pertenece y quien lo tome prestado podrá compartir qué le ha aportado su lectura, dejando siempre una huella de la ruta que ha tomado el ejemplar.
El Banco de Libros es uno de los más de 400 servicios que ofrece el Banco del Tiempo del ayuntamiento de la
capital en sus dos años de vida. Entre las obras literarias disponibles, la variedad es una constante. En este sentido, si te decides a participar en esta iniciativa, podrás acceder a títulos de escritores como Bran Stoker, Lovecraft, Lucía Echevarría, García Márquez, Delibes, Dumas, Hesse, Virginia Wolf, Pilar Urbano, Freud o Stieg Larsson, entre otros muchos. Como ves, no miento al señalar la variedad existente en un catálogo, el del Banco de Libros, que no cesa de crecer. Una variedad que también hallaremos en los participantes de esta actividad cultural auspiciada por el ayuntamiento almeriense. Gente de todas las edades, sexos y razas unidos por una constante; el amor a los libros y las ganas de conocer gente a la vez que fomentan algo tan sano como la lectura.
Retomando el ‘Banco del Tiempo’ a través del cual nace el ‘Banco de Libros’, es probable que muchos os estéis preguntando cómo narices funciona algo así. La verdad, es muy sencillo; cada persona ofrece un servicio (tareas de hogar, bricolaje, asesoramiento y formación, belleza, salud y bienestar…), y a cambio demanda servicios a otros socios. Los intercambios son siempre gratuitos, y la unidad de intercambio es la hora de tiempo. Cada persona inscrita dispone de un listado de los servicios que se pueden intercambiar y un talonario de cheques que usa en cada momento que utiliza su tiempo a favor de otra persona. Luego, informa a la secretaría de los intercambios que haya realizado. ¿Fácil, no? En cualquier caso, siempre puedes ampliar información pinchando aquí o en el correo electrónico: [email protected].
