Recientemente os anunciamos las II Jornadas Gastronómicas de la Cocina Mini de Autor, que este año tienen la cocina andalusí como protagonista invitada con motivo de la celebración del Milenio del Reino de Almería y que se desarrollan hasta el próximo domingo 22 de junio.
En estas jornadas, organizadas por Ashal, participan un total de 16 restaurantes de la provincia. Queríamos vivir de cerca las jornadas, pero el presupuesto y la salud no llegan para recorrer todos los establecimientos participantes. Por ese motivo decidí llevar la bandera pirata Weeky a uno de los restaurantes que a priori ofrecía uno de los menús más atractivos: El Hotel Catedral.
Así es el menú imaginado por el chef Tony García:
Salmorejo de cerezas con sardinas marinadas
Buen arranque. Plato refrescante para un día de calor, aprovechando los últimos días de un fruta de temporada tan rica como la cereza. La cremosidad del salmorejo coquetea con elegancia con el ahumado de la sardina. Un toque de ajoblanco y las huevas de trucha aportan contraste y color.
Bonito con suave escabeche de verduras.
Sin duda el mejor plato de la jornada. Unos lomos de bonito en su punto, jugosos, que se deshacen en la boca, bañados por un escabeche delicado que realza el sabor del pescado. ¿Camarero, se puede repetir?
Albóndigas de cordero con cuscús y dátiles.
Aunque correcto, el plato más prescindible del menú. Destaca el inconfundible sabor del cordero en las albóndigas, aunque llegaron a la mesa un pelín más secas de lo deseable. El cuscús, muy frutal y aromático, con notas de hierbabuena en primer plano que aportaban contraste y frescor a la carne. Este es el plato inspirado en la cocina andalusí del menú del Hotel Restaurante Catedral.
Merluza confitada con guacamole, hueva de trucha y sopa fría de puerros.
Plato correcto, con la merluza en su punto. De sus compañeros de viaje, destaca la sopa fría de puerros.
Crema quemada con higos y sopa de macedonia con helado de yogurt.
Fin de fiesta perfecto. Postre ligero, dando protagonismo a los primeros higos de la temporada y a una sopa de macedonia predominantemente cítrica. Plato muy cromático que ayuda a guardar el recuerdo de un menú que no sorprende pero que merece cada uno de los 25 euros que cuesta.
Lo regamos con cerveza y descorchamos un vino tinto D.O. Toro: Almirez que convenció a toda la mesa, igual que el menú.
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