En los últimos diez años se ha generalizado en Europa y España el consumo de algas, alimento antes casi inexistente en nuestra dieta solo conocido por aficionados a la gastronomía japonesa y vegetarianos más avanzados. Aunque a muchos siga causando extrañeza, las algas llevan consumiéndose durante siglos en muchos rincones del mundo. Han sido alimentos muy relevantes especialmente en islas con pocas posibilidades de tierras de cultivo, como por ejemplo Japón, Groenlandia, Hawaii, Irlanda. También en las costas del continente asiático, especialmente en China y Corea.
De las más de 20.000 especies de algas existentes, solo se utiliza en consumo humano algo más de un centenar. En general, su aroma recuerda al olor a mar que percibimos cuando estamos cerca de la costa. Esto se debe a que, precisamente, son las algas las que perfuman el mar.
La mayoría de las algas comestibles pertenecen a uno de estos tres grandes grupos: algas verdes, algas rojas y algas pardas. Algunas de las que tienen mayor valor culinario son las variedades: kombu, wakame, iziki, arame, judías de mar (pardas); lechuga de mar, aonori (verdes); y nori, agar-agar y dulse (rojas)
¿Por qué incorporar algas a la dieta?
Tienen muchas propiedades nutricionales importantes que cambian dependiendo de la variedad, pero en general destacan por sus alto contenido de yodo y otros minerales, así como vitaminas A, B, C y E, oligoelementos y fibra. Cuando se seca, son una buena fuente de proteínas. Poseen propiedades antimicrobianas relevantes y, en algunos casos, son un buen sustituto de la sal. Cualidades fisico-químicas las hacen buenas aliadas en la cocina ya que pueden actual como gelificantes, espesantes o potenciadores del sabor. Tampoco conviene excederse en el consumo de algas, ya que el exceso de yodo puede ser perjudicial para la salud. En general las algas autorizadas en Europa para uso alimentario tienen limitaciones importantes en el contenido de yodo, ya que evolutivamente no estamos igual de bien adaptados a su consumo que los asiáticos, por ejemplo.
Además de sus interesantes propiedades nutricionales si se están convirtiendo en uno de los superalimentos del siglo XXI es porque son abundantes, se renuevan con rapidez, son fácilmente cultivables y se conservan fácilmente secándolas. En un mundo donde los recursos pesqueros están sobreexplotados, las algas se convierten en una fuente de alimentación alternativa casi ilimitada aunque sometida a control, ya que de las algas depende en gran medida todo el ecosistema marino.
Dependiendo de la variedad, en la cocina funcionan muy bien en recetas de sopas, guisos, ensaladas, guarniciones, cocina oriental, tés, postres y hasta en pizzas. Pero, ¿qué aromas y sabores aportan las algas? Los tres grupos de algas comparten un sabor básico salado-umami y también tienen en común aromas que recuerdan al marisco y a brisa marina, además de notas de té verde y pescado. Las notas yodadas también son frecuentes.
Aunque creas que no comes algas, la industria alimentaria lleva colándolas en tu dieta hace un buen puñado de años. Están en sopas, cremas, preparados lácteos, comida para bebes, etc. Generalmente se usan como espesantes, emulsionantes o gelificantes y los reconocerás en la etiqueta por la letra E- seguida de números que van desde el 400 al 407.
Dónde comprar algas en Almería
Aunque las algas tienen sabores que no gustan a todo el mundo, si tienes interés te cuento dónde encontrarlas en Almería. Las tiendas de productos ecológicos constituyen la principal red de distribución de algas para uso alimenticio en Europa. En Almería la mayoría de tiendas de este segmento ofrecen varios tipos de algas, generalmente deshidratadas.
También hay opciones en una tienda ubicada a media altura de la Avenida Pablo Iglesias llamada Andalucía Gourmet, y en pequeñas tiendas especializadas en alimentación oriental. De algas wakame congeladas me abastezco en la frutería Yin (Azorín con Hermanos Pinzón), donde también hay otras variedades secas interesantes. En las grandes superficies seguramente también las encuentres, pero te animo a comprarlas mejor en pequeños comercios.
Si las compras secas ten en cuenta que pueden conservarse largos periodos de tiempo siempre que las guardes en recipientes herméticos y alejadas de la luz y la humedad.
Si prefieres comerlas fuera de casa nada como probar en algún restaurante japonés el alga nori que se utiliza en algunas variedades de sushi, y algunas de las sopas que pueden llevar alga kombu o wakame. En Macla tienen una tapa llamada ensalada de algas, que mezcla wakame, con agar-agar y alguna otra variedad.
¿Sabes de algún otro sitio donde las vendan o las sirvan? Cuéntalo en los comentarios de este post.