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El Palmito, la peña más flamenca de Cabo de Gata

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Para entrar de lleno con la Peña Flamenca El Palmito (Cabo de Gata), es justo señalar primero que, de un tiempo a esta parte, se está confirmando el auge de la música flamenca interpretada desde los rincones más hermosos y singulares. En la provincia de Almería lo sabemos bien; flamenco en la Alcazaba, en el castillo de Guardias Viejas, en la Isleta del Moro, en la Alpujarra, en Rodalquilar… cada sitio con su encanto particular aderezado con el arte de cantaores, bailaores, guitarristas y percusionistas.

palmito

Hecha esta breve introducción, muchos sabréis que El Palmito, una joven peña flamenca almeriense -apenas tiene cinco años de vida- viene dando el “cante” a la hora de sumar espacios exclusivos en los que disfrutar del flamenco en todas sus versiones. De hecho, este es el cuarto verano que Almería tiene la suerte de contar con esta peña, encargada de difundir música, cultura y tradición en pleno corazón de Cabo de Gata, muy cerquita de Las Salinas. ¿Y por qué digo cuarto verano en vez de cuarto año? Fácil respuesta; en El Palmito hay actuaciones y muestras prácticamente todos los días de verano, pero el resto del año, la cosa se calma.

El Palmito no es la típica peña flamenca donde sólo caben los “puristas”. No; aquí, también hay hueco para el jazz o el flamenco fusión, entre otros estilos. Seguro que este es uno de los motivos por los que cada vez son más los que se acercan por su sede para conocerla en persona (más de 200 metros cuadrados sin incluir la terraza). A este respecto, un dato: empezaron siendo dos socios, y hoy son medio millar. ¡Échale el parche a su web!

Sede: carretera de Cabo de Gata en sentido al Faro. KM 18. 04150.

Imágenes: El Palmito.

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Sobre el autor

No hay cantina de ningún puerto donde este pirata no haya fondeado. Gran experto en la navegación nocturna, tiene una visión prodigiosa para avistar garitos en los que poder echar unos buenos tragos de ron. Su instinto innato para la fiesta nos lleva a los lugares más insólitos. Disfruta tanto de la noche como del día y cuando los primeros rayos de sol entran por los camarotes, este pirata se pone sus mejores galas para pasear por museos, librerías, exposiciones y salas de arte.