NOCHE DE CLUEDO almeria

King Sushi, el take away japonés

0

Tras el cierre del Sushi Bar Ichiban, la zona de Altamira / Oliveros se había quedado sin un local de referencia para poder compartir una bandeja de sushi. Desde hace unos meses el olor a vinagre de arroz ha vuelto al barrio con la apertura de King Sushi. En principio el local está pensado como un take away, pero también se puede comer allí mismo.

Unas pocas opciones combinadas de sushi, maki-sushi y sashimi a lo que se añaden algunas tapas, ensaladas y platos de tallarines. Suficiente para hacer tu pedido y llevarlo a casa para compartir con tu gente y una buena película. Si prefieres comer en el local, dispones de una pequeña mesa para cuatro y una barra con taburetes

Las bandejas para llevar las preparan frente al cliente en el mismo momento que hace el pedido, como debe ser. El pescado varía según lo que encuentren en el mercado, por lo que unos días el protagonista será el atún y otros el salmón, entre otros pescados.

Tampoco es la meca del sushi, no nos vamos a engañar. Sus creaciones no alcanzan la perfección estética y organoléptica autoexigida por los mejores sushiman del mundo, pero sin duda son la opción más económica de la ciudad para disfrutar de lo más famoso de la cocina japonesa. King Sushi es muy popular entre los almerienses más jóvenes y el público universitario que vive por la zona.

Detrás de King Sushi está la misma empresa del King Wok de Roquetas de Mar. En ese establecimiento, además de su conocido buffet libre con más de 150 platos disponibles, también puedes comprar bandejas de sushi para llevar

King Sushi
King Sushi
Avenida de la Estación, 18
04005 Almería
Abren todos los días de 11 a 23 horas

[mappress mapid=”102″]
Comparte

Sobre el autor

Es encargado de dirigir las cocinas de este galeón. De toda la tripulación, es el pirata con el sentido del gusto y del olfato más desarrollado. No hay barco pirata que surque los mares del norte y del sur que tenga mejores menús que los nuestros. Los regentes de las tabernas y mesones que frecuentamos, lo conocen tan bien como él a ellos, por eso, no pisamos un bar sin su consentimiento. Y después de tantas millas de navegación, sus descubrimientos gastronómicos aún siguen sorprendiendo nuestro paladar.