Abrucena aborda su II Ruta de la Tapa

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El municipio de Abrucena está ya inmerso en su II Ruta de la Tapa, que se extiende hasta el próximo viernes 8 de agosto. Un total de nueve bares y restaurantes se han sumado a la iniciativa y han creado una tapa específicamente para este certamen que organiza el Ayuntamiento de Abrucena con la colaboración del Centro Guadalinfo de la localidad. Pasar las noches de verano en sus terrazas, con el fresquito de Sierra Nevada no es ninguna mala idea. Los bares participantes y sus tapas son:

  • Bar Peralta. Pañuelo Alpujarreño (empanadilla rellena)
  • Bar Sierra Nevada. Cuatro Delicias (Huevo al plato)
  • Bar Abruplaz. La Cojonuda (tosta con chorizo, loncha de queso y huevo a la plancha)
  • Bar María. Tal Cual (pastel de berenjena + Tosta con queso a la plancha con uvas y nueces)
  • Bar Sillo. Papas Flamencas (con base de salmorejo)
  • Bar Indalo. Indalito (biscote con ensaladilla rusa, anchoas y pimiento del piquillo)
  • Restaurante Las Chinas. Las Chinas (pan frito con ensalada tropical de pollo)
  • Bar Payma. Salsa Nova (pollo con salsa y patatas)
  • Bar 2001. Huevos Rellenos

Como en la mayoría de las rutas de tapas que se organizan en la provincia de Almería, los participantes pueden ir sellando una cartilla. Los tapeadores que completen la ruta podrán elegir sus dos tapas favoritas y optar a diferentes premios que se sortearán al finalizar la ruta.

Los seis bares cuyas tapas sumen más votos conseguirán diferentes premios en metálico (Desde 150 a 50 euros) así como placas certificativas de tal distinción destinadas al primer y segundo clasificado.

El año pasado la ganadora fue La Campesina, del bar Abruplaz.

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Sobre el autor

Es encargado de dirigir las cocinas de este galeón. De toda la tripulación, es el pirata con el sentido del gusto y del olfato más desarrollado. No hay barco pirata que surque los mares del norte y del sur que tenga mejores menús que los nuestros. Los regentes de las tabernas y mesones que frecuentamos, lo conocen tan bien como él a ellos, por eso, no pisamos un bar sin su consentimiento. Y después de tantas millas de navegación, sus descubrimientos gastronómicos aún siguen sorprendiendo nuestro paladar.