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Aljibes Árabes en Almería

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En los últimos tiempos, la ciudad de Almería ha visto cómo han crecido, tanto en número como en calidad y en cantidad de contenidos, las distintas muestras culturales expuestas en alguno de los museos o centros de arte de toda la provincia almeriense. Afortunadamente. Ya sabéis;  que si el museo de la guitarra, que si la casa del cine, que si el CAMA… son algunos ejemplos de lo mucho que ha ganado la cultura almeriense en los últimos años.

placa de piedra Aljibes Árabes Almería

Aljibes Árabes Almería

No obstante, hay que ser justos y recordar que, desde hace un milenio, hay un lugar más que singular en el centro de la capital almeriense que, de un tiempo a esta parte, se ha sabido aprovechar para este menester; se trata de uno de los monumentos más curiosos y antiguos de nuestra geografía, y me estoy refiriendo a los Aljibes Árabes, situados a espaldas de la Puerta Purchena, en pleno centro neurálgico de la ciudad.

Aljibes Árabes - Almería

Aljibes Árabes – Almería

Estos aljibes fueron construidos en el siglo XI por Jayrán (primer rey de la taifa independiente de Almería) y servían para abastecer de agua a toda la población almeriense. Situados en la parte más elevada de lo que entonces era la ciudad musulmana de Al-Mariya, ocurría así para facilitar la distribución del preciado líquido, un agua que procedía de las conocidas como fuentes de Alhadra. En su interior, revestidas por una gruesa capa de cal y almagra para hacerlo impermeable, destacan las bóvedas de medio cañón, de ladrillo, reforzadas con arcos fajones y conservadas en un magnífico estado. En ese sentido, no deja de ser curioso que, hoy en día, sólo se conserven tres naves intercomunicadas, que están formadas por una sala con columnas romanas cubiertas con bóveda octogonal y sostenidas por arcos califales.

Aljibes Árabes - Almería

Aljibes Árabes – Almería

¿Cómo funcionaban estos maravillosos aljibes árabes? Una acequia subterránea de alrededor de 6.400 metros transportaba el agua desde las citadas fuentes de Alhadra hasta la principal entrada de la urbe, al noreste de la ciudad, conocida como la Puerta de Pechina (actual Puerta de Purchena). El volumen de agua almacenada era de 630.000 litros, cantidad suficiente para abastecer a una ciudad de 30.000 habitantes, como era Almería en el siglo XI. Gracias a esta gran capacidad de almacenaje, estos aljibes fueron especialmente útiles en casos de asedios a la ciudad.

interior del Taranto en Almería

El Taranto

Actualmente, los aljibes árabes, situados bajo la Peña Flamenca El Taranto, albergan exposiciones itinerantes y actos culturales de lo más variado. Así, en el interior de sus milenarios muros se han celebrado ya, en lo que llevamos de 2014, distintos recitales de flamenco, como ‘Jerez’ o ‘Cantes de ida y vuelta’, además de acoger la sexta edición del festival internacional de Tango de Almería o la exposición denominada ‘Rafael y María Dolores Ruiz González’.

escultura guitarra El Taranto Almería

El Taranto Almería

Mil años han transcurrido ya desde que el rey Jayrán ordenase levantar estos aljibes en la parte alta de la ciudad, y se puede decir sin miedo a equivocarse que se han convertido, con permiso de la Alcazaba, en la mejor muestra del legado que el mundo musulmán y la vieja Al-Andalus nos han brindado. Un mundo mágico, encantador, una época dorada para la tierra almeriense que nos recuerda que, hace mil años, Almería era un reino independiente donde, al igual que ocurre en la actualidad, se realizaban importantes obras hidráulicas con la finalidad de evitar la falta de suministro de agua entre la población almeriense.

Horario de invierno: de martes a sábado, de 10.00 a 14.00 y de 17.00 a 20.00.

Horario de verano: de martes a sábado, de 10.00 a 14.00 y de 18.00 a 21.00.

Localización: Aljibes Árabes – Almería

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Sobre el autor

No hay cantina de ningún puerto donde este pirata no haya fondeado. Gran experto en la navegación nocturna, tiene una visión prodigiosa para avistar garitos en los que poder echar unos buenos tragos de ron. Su instinto innato para la fiesta nos lleva a los lugares más insólitos. Disfruta tanto de la noche como del día y cuando los primeros rayos de sol entran por los camarotes, este pirata se pone sus mejores galas para pasear por museos, librerías, exposiciones y salas de arte.