Sierra Cabrera, castigada los últimos años por los incendios, sigue conservando zonas de bosque para disfrutar y tirar abajo, de paso, el estereotipo de desierto y deforestación de nuestra tierra.
Vale que no somos Asturias pero sí disponemos de manchas forestales de gran belleza siendo el Área de la Limera-Murtal un ejemplo para ir con la familia y estar en contacto con un bosque de pinos donde conviven otras especies como encinas y algarrobos (uno de estos, majestuoso, nos saluda a la llegada del área). Y lo digo con estos fundamentos.
Visión paradisíaca
Una pista forestal nos llevará a nuestro destino, donde habremos antes habernos desviado por la A/ en la salida de Las Herrrías y con sorpresa,tras cinco kilometros de ascensión a ritmo lento y sinuoso (ir más rápido puede resultar dañino para la suspensión del coche…y para nuestra cabeza), podremos maravillarnos con una vista donde en un primer plano estará el bosque y en el horizonte la costa de Mojácar, Garrucha y Vera.
Área familiar
En la Limera se dispone de agradables mesas y sombras y hasta de una poza con sus peces de colores y todo. Desde allí, podemos pasear bien subiendo un senderito con hinojos a la vera del camino y que, para los más osados, les lleva hasta el cortafuegos. Allí podremos ver unas vistas realmente espectaculares, con Cortijo Cabrera nuestra izquierda y valles a los que solo le faltan las vacas. A la vuelta, podemos ir por la recoleta pedanía de las Herrerías, donde podremos retomar la autovía.
El detalle
Un gigantesco algarrobo nos recuerda que sus frutos hacían las veces de estaciones de servicio pues este era el alimento de las mulas y animales de tiro que subían hasta la sierra.
Localización: Sierra Cabrera, Almería
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