Bar Tirso, un imprescindible del pescado fresco

Hace ya muchos años pasaba hasta cuatro veces al día por la puerta del Bar Tirso al ir y volver del trabajo. No me gustaba nada el olor que salía por sus extractores, pero pude observar que sus parroquianos eran de una fidelidad casi religiosa.

Un mediodía que iba con tiempo entré a ver que se cocía por allí. Me sorprendió, para un local tan chico y austero, la variedad y frescura de sus tapas de pescado. Pero lo cierto es que el mismo olor desagradable que salía por su sistema de extracción predominaba en su barra. Como uno es un poco delicado para según qué cosas no lo frecuenté demasiado en aquella época.

La cosa cambió hace unos años cuando instalaron una terraza con seis o siete mesas en la acera. Desde entonces ya podía disfrutar de su pescado fresco sin necesidad de llevarme a casa malos olores en el pelo y en la ropa. El negocio debe ir bien, porque recientemente se hicieron con el local aledaño y han ampliado su pequeña barra con una zona de mesas. Conviene ir temprano o reservar porque se llena casi a diario. Otra buena noticia es que en la actualidad parece que el problema con la extracción de humos ha mejorado mucho (o yo he perdido olfato).

Algunas de sus tapas más frecuentes: Gambas, quisquillas, atún plancha, caballa, calamares, almejas, bonito seco, rubios, pollicos… No te vas a equivocar nunca. Una de mis favoritas es la de atún ahumado. En temporada, a veces tienen navajas de tapa. El arroz negro que preparan viernes y sábados también tiene un buen número de adeptos. En la carta hay tapas de carne, pero la verdad es que no las he pedido nunca. Si vas en grupo curiosea por las raciones del día, que siempre hay pescados que no están entre sus tapas. Si eres de los que prefiere evitar sustos a la hora de pagar, pregunta el precio antes de pedir. Suelen ser precios razonables, pero el pescado fresco se paga.

La cerveza de barril es Alhambra Especial, pero además tienen un pequeño surtido de botellas de cervezas, algunas artesanales y locales. Si eres de lo que remata con una copa, hay buenas ginebras y algunos rones interesantes. El servicio es ágil y atento cuando no están a tope, pero se ralentiza algo los días de más afluencia de público. En resumen, el bar Tirso es imprescindible si te gusta el pescado y marisco fresco presentado sin estridencias.