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Juegos Moriscos de Abén Humeya

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Año 1569. En plena rebelión de los moriscos en las Alpujarras, la localidad de Purchena se ha convertido en la capital para todos los rebeldes liderados por Abén Humeya, antes conocido como Fernando de Córdoba y Válor. Sus tropas acaban de fracasar en el intento de tomar Vera, pero pese a ello el proclamado rey de los moriscos se decide a organizar una serie de juegos en Purchena.

Quizás como entrenamiento para esas mismas tropas, de cara a futuras contiendas contra los ejércitos cristianos comandados por Juan de Austria e indirectamente por el rey Felipe II; y también con el objetivo de recuperar la tradición musulmana y tomando como referencia los primitivos Juegos de Olimpia de la antigüedad, Abén Humeya engalanó Purchena con una fiesta deportiva a la que fueron invitados todos los moriscos de las ciudades vecinas, principalmente Granada, Baza y Guadix, así como de distintos pueblos de la Alpujarra e incluso turcos y moros, cuya presencia era bastante frecuente en la costa mediterránea, y particularmente en la almeriense, a lo largo de todo el Siglo XVI.

Tiro con arco en los Juegos Moriscos de Purchena

Así, Abén Humeya preparó pruebas de lucha, levantamiento de piedra, sostenimiento de ladrillo, tiro con arco, tiro con honda, carrera de velocidad, triple salto y lanzamiento de cantos, recreando algunas de estas competiciones deportivas las practicadas en los antiguos Juegos griegos.

Desde 1993, Purchena ha recuperado estos Juegos Moriscos, dentro de un programa festivo, cultural y gastronómico mucho más amplio, con esas mismas disciplinas deportivas y teniendo un coste de 10 euros para cualquier persona que quiera participar en las pruebas que desee (a excepción de la carrera de atletismo). Una cita que ya es clásica en la agenda cultural de Almería.

En la tarde del viernes 18 comienzan las pruebas infantiles frente al colegio y a las 19:00 horas arranca la competición de lucha en la Plaza de Purchena, recreándose el enfrentamiento entre el capitán morisco Caracacha y el capitán turco Maleh, dentro de un círculo de 5 metros de diámetro trazado en la arena.

El sábado 19 hay doble cita. Por un lado, tendrá lugar la carrera de media legua gruesa, de 12 kilómetros, con salida (a las 20:15 horas) y llegada en la Plaza de Purchena. Las inscripciones, en este caso, van al margen y tienen un coste de 8 euros para atletas federados y de 10 euros para los no federados. La prueba también se podrá realizar en formato de ruta de senderismo, siendo la salida a las 19:15 horas.

Lanzamiento de peso en los Juegos Moriscos de Purchena

Por otro, a las 21:15 horas se celebra el Desafío Morisco, un circuito cronometrado en el que tienen cabida el levantamiento de la piedra de mármol Burxana, de 68 kilos; tiro con arco; carrera de velocidad; sostenimiento de ladrillo; lanzamiento de peso; lanzamiento de cantos y triple salto.

Para la tercera y última jornada, el domingo 20, quedarán las pruebas de lanzamiento de honda y lanzamiento de cantos masculino y femenino, que darán comienzo a las 19:30 horas, y la carrera de cintas a la morisca, a las 21:15 horas, con la que terminarán las actividades deportivas de los juegos.

Los Juegos Moriscos de Abén Humeya recuperaron, en aquel 1569, la tradición olímpica de los Juegos de la Antigüedad, desaparecida tras el paso de los pueblos bárbaros en la Edad Media, y sembraban en España la semilla de la práctica deportiva de cara a los siglos venideros.

El propio Juan Antonio Samaranch, que fuera en vida presidente del Comité Olímpico Internacional, llegó a afirmar que los Juegos de Purchena eran el eslabón entre aquellos Juegos celebrados en Olimpia y los que podemos disfrutar hoy en día.

 

Imágenes: Juegos Moriscos de Purchena.

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Sobre el autor

Es el pirata con mejor forma física de toda la tripulación. Su brújula siempre apunta hacia alguna competición deportiva, ningún medio se le resiste. Bien sea por tierra, mar o aire, en su cuaderno de bitácoras registra todo tipo de actividades y eventos, sin importar edad o condición. En el palo mayor del galeón hay una canasta hecha con redes de pesca, en la que juega y enseña baloncesto durante las largas jornadas de navegación.