¿Radiolab o Malevaje? Es una pregunta que muchos almerienses amantes de la noche nos hemos realizado alguna vez desde que la antigua sala Malevaje se transformara en el actual Radiolab. Habrá respuestas para todos los gustos a dicha pregunta, pero nadie puede negar la sensación extendida por la ciudad de que el cambio (de nombre, de camareros, de programación cultural…) le vino que ni pintado cuando, hace ya algún que otro año, Radiolab ocupó el hueco dejado por Malevaje en la noche de la capital almeriense.
Ubicado en la calle Doctor Arráez Pacheco (zona Oliveros) y, por tanto, muy cerca de la sala de conciertos La Cueva, en Radiolab no hay un solo instante para aburrirse, debido, en buena parte, a la increíble y completísima programación de eventos singulares que se celebran en este establecimiento. En este sentido, recuerdo haber presenciado los primeros monólogos de Paco Calavera y Pepe Céspedes en este local cuando ambos eran unos auténticos desconocidos para el público en general.
Programación de espectáculos alternativos; esa es la base sobre la que trabaja la gente de Radiolab. En el primer semestre de 2014, han sido un total éxito de asistencia conciertos como el tributo de los Gansos Rosas a la banda estadounidense Guns n´Roses, así como Lizzies Rotten Hearts o Kinky Bwoy. Y es que la fuerte apuesta musical de este local almeriense está fuera de toda duda; una apuesta en la que no se cierran puertas, pues la variedad es una de las normas de siempre. Indie, rock, pop, o música electrónica, pero siempre de la mejor calidad, suena cada fin de semana en el interior de Radiolab hasta altas horas de la madrugada en esta sala de fiestas en la que encontraremos horarios similares a un afterhour.
Abierto las noches de los viernes y los sábados.
7 comentarios
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En Malevaje había mala gestión en cuanto a conciertos, horarios que no se cumplen… pero con Radiolab las cosas siguen igual. Y eso de total éxito de asistencia de los conciertos que se citan, se nota que en alguno no estuvo quien escribe el texto.
Hola, aquí el que escribe. Antes que nada, gracias por visitar WEEKY y por comentar nuestros post.
Respondiendo a tu comentario, es obvio que no he estado presente en todos y cada uno de los conciertos que celebra Radiolab; solo voy si me interesa el grupo y si la agenda me lo permite. Sin embargo, las veces que he estado (que no han sido pocas, desde los tiempos del Malevaje) casi siempre he visto ambientazo; si digo lo contrario, miento. En cuanto a la gestión empresarial-administrativa del local, ni entro ni salgo, porque ni lo sé ni me interesa; solo me importa el servicio que se ofrece al cliente y la programación de eventos lúdico-festivos, y en ese aspecto, Radiolab es un magnífico local.
Un saludo.
que bonita banderaaaa!!!!
Cambio?
Es el mismo bar, con los mismos camareros y los mismos dueños. Sigue habiendo los desencuadres de conciertos, que son pocos y por motivos puntuales, como siempre.Tan solo,cuando tocaba pintar, prefirieron pintar otras letras. Y eso no es malo, ni bueno. Es lo mismo, y enfocado al a misma gente.
Hola, tocayo. Obviamente, sí ha habido un cambio. Uno no, varios. Los mismos camareros? Se ve que no ibas al Malevaje de Natalia y cia que yo conocí a finales de los 90 y principios de la década pasada. ¿Mismo local? Sí, físicamente es el mismo establecimiento, pero ha cambiado mucho por dentro: la decoración (han desaparecido aquellos míticos banderines de grupos como Nirvana, Pearl Jam, Metallica, ACDC…), los baños no tienen nada que ver con los del Malevaje, incluso la maldita música que suena (tanto grupo modernete y popero te aseguro que no sonaba en mis tiempos). La programación de eventos también es distinta (llevo años sin ver un monólogo decente, y antes eran cada semana) De todas formas, la solución para el que le parezca un mal garito es bien sencilla: dejad de ir.
Desde luego, yo pienso seguir echando buenos ratos allí cada vez que me apetezca. Que cada cual decida libremente. Saludos y gracias por visitar WEEKY!
Pues estoy de acuerdo. Del MALEVAJE al RADIOLAB hay cambios que cualquiera que tenga unos años puede percibir. Está claro que seguirá dirigido a la clientela de siempre, pero también se ha abierto a un público más popero, para “enganchar” a las nuevas generaciones. ¡Me acuerdo cuando Pepe Céspedes y Calavera empezaban en el mundo de los monólogos en el MALEVAJE! ¡Qué tiempos!