Me fascina la gastronomía de otoño. Además de mi amor declarado por las setas de todas formas, tamaños y colores, hay una explosión de sabores propia de mi estación favorita. Los mercados se llenan de calabazas, castañas, espinacas, acelgas, uvas, coles, lombardas, mandarinas, caquis, granadas, membrillos, manzanas, chirimoyas… Algunas variedades tienen un paso tan fugaz por las estanterías de las tiendas que si parpadeas te quedas sin ellas hasta el año siguiente.
Con algunos de estos ingredientes tan fantásticos este fin de semana he recordado una antigua receta de otoño muy tradicional de la comarca de Los Vélez, de la que seguramente existan variaciones en diferentes pueblos de Almería y provincias cercanas a Los Vélez (Granada, Jaén, Albacete y Murcia)
De las diferentes versiones que conozco, ninguna lleva lombarda pero a mi me gusta incorporarla por ser una de mis verduras favoritas y porque aporta sabor, color y textura a esta ensalada apta para vegetarianos, veganos y crudiveganos.
La receta sirve como plato principal para una o dos personas o como ensalada para cuatro o seis comensales.
Ingredientes:
- ½ col rizada pequeña
- ½ lombarda pequeña (opcional)
- 1 granada grande
- 50 gr. de azúcar aproximadamente
- Vino tinto en misma cantidad que azúcar
- Una pizca de canela
- Unas gotas de vinagre de Jerez
- Una pizca de sal
Calentar a fuego muy flojo el vino, el azúcar, la canela, el vinagre y la sal. Remover hasta que se mezclen bien los ingredientes. Tiene que quedar una salsa ligeramente espesa. Dejar enfriar.
Mientras, cortar la col y la lombarda en pedazos pequeños. Desgranar la granada. Mezclar en una ensaladera. Aliñar con la vinagreta de vino. Yo he usado un vino tinto con variedades garnacha y monastrell, pero vale cualquiera que tengas por casa que sea decente.
A este plato también le podrían ir bien frutos secos (cacahuetes, nueces, anacardos, pistachos, piñones, pasas…), queso fresco, un toque picante de guindillas frescas, o unos dados de manzana. La vinagreta la puedes hacer también con miel, vinagre y aceite de oliva, o optar por una vinagreta de frutas del bosque.
Si no te gusta la textura o el sabor de la col y/o la lombarda puedes probar a darles un escaldado o salteado muy suave, según tu gusto.