El Bocoy, espíritu de tasca

Cecilio Miras es categórico: “A la taberna no se viene a cenar, se viene a pasar un rato”. Desde esa premisa se entiende mucho mejor la filosofía de su Taberna, El Bocoy, que abrió sus puertas a finales de mayo en la parte baja de la Calle Real de Almería capital.

Pese a su austeridad ornamental, la decadencia del viejo local que alberga la taberna y la inexistencia de cocina, El Bocoy me ha conquistado. Quizás sea por recuperar ese espíritu de antiguo despacho de vinos, de tasca portuaria en un barrio y una calle que en el pasado tuvo este tipo de barras. Quizás sea por su falta de pretensiones en un contexto creciente de gastrobares aburridos y sobrevalorados o porque en la sencillez de sus tapas hay criterio y buena mano. Y es que ahí está la clave.

La primera vez que entré no pensaba que duraría mucho sentado en su barra, pero empecé a ver cosas que llamaron mi atención. Por un lado hay varias tapas basadas en embutidos personalmente seleccionados por Cecilio desde Almería a Extremadura. También algunas tapas de cocina que trae preparadas de casa. Completan la carta, de unas 30 opciones, las tapas del día, los montaditos y las tapas light (manzana, melocotón, melón, tomate, cogollo de lechuga o pepino).

Prestad atención a las tapas de cocina del día. Cecilio se pasea por el mercado, y según los precios y la calidad de los productos de temporada decide sobre la marcha qué va a preparar para ese día.

Me sorprendió el toque de canela de la caballa en escabeche, la sobriedad de la sangre encebollada, y el punto de las patatas a lo pobre. También destaca la apuesta por un queso local (Medal, de Laujar) y el montadito de tocino. Le falta incorporar unos salazones de pescado para ser una tasca completa.

En cuanto a la bebida, lo que más se despacha es un vino del país casero, procedente de Albondón. Pero también quintos y tercios de Estrella de Galicia y de Cruzcampo. Si no tienen cerveza de barril es por una cuestión de números, pero también por una obsesión personal de Cecilio por ofrecer siempre la misma calidad, asegura.

En pocas semanas ya se ha hecho con una curiosa parroquia de fieles clientes que se dejan ver por allí con frecuencia. Con un aforo de hasta 100 personas, en sus paredes cuelga de momento una selección de cuadros taurinos, pero Taberna El Bocoy ofrece todo ese espacio a pintores o fotógrafos locales que busquen un lugar dónde exponer. Quieren que en su taberna, además de las tapas, se mueva la cultura.

Aunque no pertenece al sector de la hostelería, la afición de Cecilio Miras por la gastronomía viene de lejos. Hace unos años escribía un blog solvente y pionero sobre bares locales llamado Vivir bien en Almería.