YELMO CINE TU BUTACA TE ESPERA

Cátame, que soy de Almería

1

CátameAlmería tiene muchos productos agroalimentarios que merece la pena conocer, pero para el consumidor final es difícil encontrar tiendas donde ofrezcan varias marcas locales. Cada empresa hace la batalla comercial por su cuenta y los establecimientos minoristas tienen estrategias propias a la hora de decidir que muestran en sus estanterías.

Con el objetivo de recopilar la mayor parte de esa oferta local, en noviembre de 2011 abrió sus puertas Cátame, una tienda donde encontrar lo mejor de la pequeña industria alimentaria almeriense. Vinos, cervezas, quesos, embutidos, aceites de oliva virgen extra, conservas, jamones, dulces, confituras y un largo etc, que pasa hasta por algo de artesanía.

Cátame3La idea surgió cuando la emprendedora Amelia Ruiz probó un vino de la zona de La Alpujarra y decidió que quería poner su granito de arena para que almerienses y turistas conocieran la mejor oferta gastronómica de Almería. La ubicación del local es estratégica, cerca de la catedral y al paso de multitud de turistas. De hecho parece que de momento el concepto va calando más entre los visitantes que en los vecinos del barrio.

En la tienda hay un rincón para degustar las compras, si uno prefiere disfrutar en el momento de su selección. También es habitual que haya algún producto para degustación gratuita. Además, Cátame organiza catas, cursos, degustaciones de productos concretos y hasta intercambios de idiomas.

Anteriormente el local era un estudio de arquitectura que fue golpeado de lleno por la crisis. En su transformación a tienda de ultramarinos se nota el toque arquitectónico en el interiorismo, donde los productos están ordenados por zonas que simulan las diferentes comarcas de Almería.

Cátame
Calle Lópe de Vega, 31
04003 Almería
Teléfono 950 26 37 88

[mappress mapid=”49″]

Comparte

Sobre el autor

Es encargado de dirigir las cocinas de este galeón. De toda la tripulación, es el pirata con el sentido del gusto y del olfato más desarrollado. No hay barco pirata que surque los mares del norte y del sur que tenga mejores menús que los nuestros. Los regentes de las tabernas y mesones que frecuentamos, lo conocen tan bien como él a ellos, por eso, no pisamos un bar sin su consentimiento. Y después de tantas millas de navegación, sus descubrimientos gastronómicos aún siguen sorprendiendo nuestro paladar.