El reciclaje es un proceso en el que se transforman residuos usados o desechados en nuevas materias primas listas para volver a ser usadas. Pero, ¿ cómo es posible que los desechos que hemos tirado a la basura se conviertan en un material que puede usarse de nuevo?
Lo cierto es que los materiales reciben un tratamiento con muchos pasos para garantizar que el resultado sea óptimo. ¿Alguna vez te has preguntado cuáles son? ¡Te lo contamos!
Las técnicas que se utilizan para ello son diversas. En primer lugar, se reciben las materias primas para posteriormente pasar por un proceso de selección. Esto es igual para todos los residuos, pero a partir de este momento puede variar según la tipología de estos.
En el caso de los metales
1 Se separan los materiales. En este caso se segregan por el tipo de metal (que puede ser acero, aluminio…).
2 Posteriormente se trituran.
3 A continuación, se lavan a conciencia, retirando todas las posibles impurezas, como los restos de comida o las etiquetas.
4 Todo ello se seca y por último se enviará a las plantas de fundición para reintroducirlo en el proceso productivo.
En el caso del plástico (envases, briks…)
1 Primero se separan los materiales. Por ejemplo, las etiquetas, los restos o tierras de algún tipo se desechan. Por otro lado, también se clasifican por colores. De esta forma se optimiza el uso de colorantes.
2 Las piezas se rompen y trituran en trocitos pequeños, conocido como granza, para facilitar el tratamiento.
3 Después se lavan, cubriendo los trozos con agua y dejando que las impurezas más densas queden abajo.
4 Se seca y centrifuga, eliminando cualquier otra impureza que haya podido quedar.
5 Se homogeneiza con un proceso mecánico para lograr un color y textura uniforme.
6 Se homogeneiza con un proceso mecánico para lograr un color y textura uniforme.
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