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Las calas de los contrabandistas; la de Enmedio y la del Plomo

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Las agrestes calas de Cabo de Gata han sido durante siglos refugios de piratas y contrabandistas. Lugares donde esconderse y pasar desapercibidos siempre son bien recibidos, y un ejemplo puede ser acercarnos a las calas del Plomo y Enmedio, sobre todo si eludimos los meses veraniegos, cuando el incremento de visitantes es mayor…

Inicio de aventura
Para llegar, hay que desviarse antes de llegar a Aguamarga (Níjar) por la carreterilla a Fernán Pérez y tomar el camino pedregoso que nos indica Cala del Plomo. En él, es una delicia desplazarse a paso lento para ver detalles como las norias abandonadas y edificaciones defensivas del s.XVII para proteger a los sufridos agricultores de la zona de las pertinaces invasiones de piratas. Un camino de poco más de cinco kilómetros que nos llevará hasta la misma cala del Plomo, con unas casitas y un noria de agua en buen estado que nos indican que hay privilegiados que pueden vivir aquí todo el año. Una playa generosa y amplia al inicio con chinorros pero que se transforma en una agradable arena y que nos ofrece unas vistas hacia el norte, con Aguamarga en su horizonte y Mesa Roldán de referente.

La cala mágica
Doscientos metros antes de la playa, un caminito asciende por la montaña que abriga a Cala del Plomo y que nos lleva, en poco más de un kilómetro, a una de las calas más bonitas de la costa de nombre un tanto vulgar: cala de Enmedio. No hay que asustarse en su inicio, pues la ascensión pedregosa se transforma en un camino, para hacer en fila india pero no exigente (que si vamos con niños no pasa nada, vamos).

El camino, donde no hay que perder la referencia pues perder pie y deslomarse es todo uno, es un recuerdo del tránsito de los diferentes moradores de la zona: desde pescadores a contrabandistas.

Durante el trayecto, un hotel a medio hacer nos indica como aviso que la barbarie urbanística no descansa. Cerca de nuestro destino hay un cruce con el camino que llega desde Aguamarga (este sí más exigente) para seguir por una pequeña rambla con higueras y palmitos hasta la playa de arenas blancas de cala de Enmedio. Esta se ofrece rodeada de dunas fósiles de un blanco de esos que deslumbran. A su izquierda, la erosión del viento y el agua realiza formas caprichosas dignas del mejor escultor y deja en su orilla de piedra pequeñas pozas naturales donde no es raro encontrarnos algún cangrejo.

A los weekeros que les guste despelotarse, estas calas son ideales y la convivencia es pacífica con los que se muestren más pudorosos y mantengan su traje de baño.

Parada y fonda
Pasar un fin de semana en esta zona es una invitación a realizar otros tipo de vida y conciliarse con nuestro propio espíritu, muchas veces maltrecho y poco escuchado. Lugares como La Almendra y El Gitano, en el camino a cala del Plomo y La Joya, pasado el cruce de Fernán Pérez. Para realizar rutas a caballo, Hípica Aguamarga ofrece la mejor manera de acceder a las calas.

La Almendra y El Gitano (más información aquí)
678 502 911

La Joya-Charo´s Houses (más información aquí)
619 159 587

Hípica Aguamarga (síguelos en Facebook aquí)
628075041

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Sobre el autor

No hay cantina de ningún puerto donde este pirata no haya fondeado. Gran experto en la navegación nocturna, tiene una visión prodigiosa para avistar garitos en los que poder echar unos buenos tragos de ron. Su instinto innato para la fiesta nos lleva a los lugares más insólitos. Disfruta tanto de la noche como del día y cuando los primeros rayos de sol entran por los camarotes, este pirata se pone sus mejores galas para pasear por museos, librerías, exposiciones y salas de arte.

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