Una de las cosas que más me gusta de mi trabajo es encontrar esos pequeños sitios fuera del radar y que sin embargo tienen algo interesante que aportar, gastronómicamente hablando. Disfruto especialmente cuando me los encuentro por casualidad, cuando voy relajado y con el instinto periodístico en off.
Eso me pasó con Sándwich Sant Jordi, una modesta tienda ubicada sin llamar la atención en la calle Hermanos Machado. Entré buscando con urgencia un botellín de agua y encontré un pequeño tesoro.
En Sant Jordi presumen especialmente de sus sándwich, pero a mi me conquistaron con sus empanadillas caseras. Las hornean a diario en su trastienda, y las que me engancharon me recordaban a algunas que probé en sitios como Argentina y Uruguay. No es casualidad, ya que la propietaria, Karina Sánchez, tiene sus raíces en la ciudad de Buenos Aires. Cruzó el charco en 2003 para ubicar su residencia en Almería, donde su madre llevaba más de 40 años. Su tienda abrió las puertas en agosto de 2014, aunque ya vendía antes sus sándwich vía internet.
Con masa de hojaldre, los rellenos de sus empanadillas varían según el día que vayas. Mis favoritas son las de carne con pasas y las de carne picante. Estas últimas están rellenas de ternera, cebolla, pimiento, huevo duro y picante muy suave. Yo le daría un poco más de alegría a esa carne con más picante. Las de espinacas con “roquefort” también merecen la pena, aunque podrían tener menos verde y más azul. La oferta la completan empanadillas caseras de pollo, pollo con champiñones, cebolla con queso, cebolla caramelizada con beicon, atún, calabresa, o de beicon, queso y ciruela, entre otras. Las venden a 20 euros el kilo.
En cuanto a los sándwich me gusta el uso de pan inglés, que no es muy habitual por estas latitudes. Es un pan de miga blanca compacta, esponjosa y ligera, de solo 7 mm. de espesor. Gusta a quienes no quieren abusar del pan en la dieta. Lo que si echo en falta es algo más de variedad e imaginación en los rellenos. En España tenemos la referencia de Rodilla, pero si nos vamos a países del norte de Europa, hacen auténticas maravillas con el relleno de sándwich y bocadillos. En esta tienda se abusa del jamón cocido y del queso como ingredientes predominantes en sus más de 30 variedades. La dictadura de los gustos del cliente, supongo. La oferta cambia según el día, como ocurre con las empanadillas.
Otras cosas a tener en cuenta de Sant Jordi es su predilección por la panadería y repostería artesanal y rural. Allí puedes encontrar variedad de panes y dulces de rincones andaluces como Alfacar, Guadix o Antequera y de diferentes pueblos de Almería, como las rosquillas alhameñas de El Tunel, de las que te hablé hace unos meses. Acaban de incorporar a su oferta pan de espelta y pan alemán de cereales.
De vez en cuando hornean pizzas, entre las que llama la atención una con salsa chimichurri. Su base de clientes más fieles son los chicos del colegio cercano. Aceptan pedidos por encargo.
