San Francisco 26 Almería

Quien me conoce sabe que no soy muy amigo de las terrazas por las terrazas. Deben cumplir una serie de condiciones para sentirme cómodo. A saber: deben estar en zona peatonal, disponer de generosa sombra en verano, y un espacio mínimo entre las mesas. La terraza del San Francisco 26 ofrece estos argumentos imprescindibles y algún otro secundario.

San Francisco 26 es un lugar acogedor, tanto en la terraza como dentro del local, donde se han cuidado los detalles de interiorismo. La tendencia de su cocina es clásica, pero con algunas concesiones a influencias internacionales que vienen de México (burritos), Japón (tatakis y tempuras) o Perú (ceviches).

Desde su apertura, en abril de 2012, sus cuatro socios se han centrado en dos obsesiones: cuidar el servicio y la presentación de sus platos. En el servicio han apostado por gente joven, que ofrece una imagen diferente a los camareros clásicos pero que están pendientes de los detalles.

En cuanto a su carta, combinan las tapas de cortesía de toda la vida, con pintxos algo más elaborados y que permiten el uso de ingredientes más originales. Entre sus tapas tradicionales triunfa el bacalao en tempura, el burrito de pollo, la hamburguesita y los cartuchos de pescado frito, una de sus más recientes apuestas. Los pintxos van cambiando con frecuencia, pero de los habituales funcionan bien la hamburguesa de buey o el solomillo de cerdo macerado en salsa de soja, miel y romero.

Otra de las apuestas de San Francisco 26 es la coctelería. El especialista Ángel Álamo es el encargado de preparar los gin tonics vespertinos y las copas de la noche, ya que este local se ha convertido en un lugar de parroquia donde los fieles toman la primera ronda antes de ir a los pubs del centro.