Así es el menú degustación de tapas de La Costa (*)

La experiencia de sentarse a comer de vez en cuando en la mesa de un cocinero creativo y talentoso debería ser accesible a todo el mundo. Con frecuencia, la alta cocina se ve como prohibitiva para los recursos económicos que maneja la mayoría de la gente que me rodea. Incluso para mi mismo, que no tengo demasiadas inquietudes materiales más allá de la gastronomía y la cultura, visitar ciertos restaurantes supone una experiencia que requiere de ahorro y restricciones.

Pero, ¿qué pensarías si te digo que puedes acercarte a la cocina de uno de los restaurantes almerienses destacados en la guía Michelín y probar algunas de sus creaciones por 25 euros? Te estoy hablando de La Costa, en El Ejido, que visité el pasado febrero después de muchos años. Y en concreto, me refiero al ‘menú degustación de tapas’ que sirven en la taberna anexa al restaurante.

Se trata de un menú que consta de seis tapas saladas y dos dulces. Por 25 euros (bebida aparte) La Costa puede mostrar, en su espacio más informal, parte de la calidad y técnica que atesora su conocido restaurante. Según cuenta el chef de la casa, José Álvarez, “el menú de tapas encanta a nuestros clientes” y supone una herramienta de fidelización de visitas y de captación de potenciales clientes para el restaurante, añado yo.

Según el día y la temporada, dos o tres tapas del menú van cambiando, pero otras se mantienen fijas durante periodos más o menos largos. Tras tres años en la carta, el menú degustación de tapas supone aproximadamente el 30% de la facturación de la Taberna de La Costa. Álvarez cree que parte de su éxito se explica porque “no tienes que pensar en qué vas a pedir. Te van sirviendo tapas finas y te van explicando lo que es”, por lo que el cliente se puede centrar en disfrutar de este espacio gastronómico.

De las tapas que he tenido la oportunidad de probar, mi favorita sin duda alguna fue el Sashimi de salmonete, que acompañan con una salsa espesa de soja donde los aromas de avellana aportan los mejores matices.

Sorprendente fue encontrar notas de trufa negra en una Emulsión de tomate Raf con berberechos de sobresaliente. Igual que el Pulpo a la plancha con crema de patatas y aceite de oliva virgen extra al pimentón, que no puede decepcionar a ningún aficionado a este molusco cefalópodo.

Quizás la tapa que menos llamó mi atención fue la Ensalada templada de setas con helado de queso de cabra. Más allá del contraste de temperaturas y texturas, no encontré nada que me emocionara en este plato. En cualquier caso, una receta muy equilibrada. No me extraña que sea una de las tapas más solicitadas en su barra, según asegura el chef ejidense.

También disfruté mucho con la Tortilla de gamba roja y mayonesa de wasabi, una manera sencilla y honesta de dar protagonismo a uno de los ingredientes estrella de la gastronomía almeriense huyendo de la recurrente gamba plancha. Perfecta la ejecución de una sabrosa Carrillera de cerdo con alioli gratinado que se deshacía en la boca como una caramelo.

Los postres también podrían hacer las delicias de cualquier goloso. Aquel día tocaba Tocino de cielo con crema de yogur y Panna cotta con fresas. Fantásticas ambas tapas dulces. Como el chocolate es uno de mis vicios confesables, solo me faltó un poco de su amargor al final de la comida para poder calificar la jornada como perfecta.

No tener el ‘lastre’ de la tapa “gratis” también favorece la excelente selección de vinos por copas de la Taberna de La Costa, que ofrece a precios más que razonables. Variadas y buenas opciones para acompañar el menú degustación de tapas. En líneas generales, la cocina de La Costa tienen en los productos agrícolas del Poniente y el pescado de sus lonjas sus máximos protagonistas.

En resumen, el menú degustación de tapas de La Costa sin duda merece una escapada a El Ejido. Las raciones para compartir de la Taberna también llaman la atención, pero eso os lo cuento en una futura visita, tan pendiente como la carta del restaurante.