Mesa Roldán: cuando éramos el trópico

Cuando uno conoce un poco la geología, nuestra visión del mundo cambia como darle la vuelta a un calcetín. Los pedruscos y chinorros a los que no prestábamos atención, se nos convierten en señales que nos dan una información certera de nuestra lejana historia. Así que, los weekeros que les guste caminar siguiendo esta agenda cultural de Almería, pueden ver con otros ojos lugares tan emblemáticos como Mesa Roldán, que separa Carboneras de Aguamarga y cuyo faro, uno de los escasos donde todavía reside un farero, está enclavado en al lado de lo que fue un arrecife de coral…

Mesa Roldan, Carboneras Almería

Arrecife fosilizado
Los tiempos geológicos varían bastante y hace un millón de años, las aguas eran muchas más cálidas y la fauna que lo poblaba era acorde con esas condiciones.

Faro de Carboneras

Si subimos al faro, deberemos llegar a Carboneras y en vez de adentrarnos en el pueblo tomar la carretera hacia la derecha, donde dejaremos atrás la Térmica y la Cementera (¡Glups!) y la playa de los Muertos.

Mesa Roldan Almería

Subiremos para realizar como un viaje de millones de años, con estas aguas convertidas en un mar tropical y en un relieve volcánico submarino que iría depositando en su corona un atolón de arrecife para emerger y quedarse en esta curiosa montaña. Los estratos a la vista que nos ofrecerán fosilizados los habitantes de estas formaciones de coral y de paso, nos va a dar unas impresionantes vistas de Cabo de Gata, donde en días claros veremos hasta la Vela Blanca.

Mesa Roldan

Batería militar
La especial formación de esta mesa geológica, dio el escenario ideal para levantar una batería defensiva con su torre que dominaba esta zona castigada por incursiones de visitantes de no muy buenas intenciones. Esta se comunicaba con señales luminosas con sus baterías hermanas que pueblan la costa como la de cala San Pedro, Los Escullos, Carboneras y San Juan de los Terreros.